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martes, 13 de junio de 2017

UBEVISTAS, hoy no pediremos perdón.


 Instruyó a las criaturas incluso a las que en esos tiempos quizás no se imaginaron lo complicado que pudiera ser hoy el tema de la educación. El maestro Andrés Bello se preocupó por la educación integral para la formación de los hispanoamericanos; él creía en una educación que formará profesionales para que piensen e indaguen en las soluciones a sus propias realidades; que fueran más allá, que investiguen sus problemas y manifiesten las posibles soluciones; un hombre que trabaje en la creación de nuevos caminos, propios y adaptables a la solución de los problemas. Un hombre que no se amolde simplemente con la instrucción memorística, huella de la dependencia, sino que busque más, que considere la investigación como uno de los caminos más viable para conocer la realidad de los países los hispanoamericanos. 

 Desde esa breve reflexión y trayendo a relucir al humanista más completo y una de las mentes más agudas del XIX en todo el ámbito de la cultura hispana, Don Andrés Bello "Maestros de Maestros" quiero dar mi opinión acerca de  lo que está pasando en la actualidad y para ser puntuales que ha venido pasando desde siempre. Resulta, que en los medios de comunicación tradicionales y convencionales hay una constante forma de agresión, muy afanosa e inescrupulosa en contra de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), donde se busca hacer creer a los venezolanos y el mundo que la mencionada casa de estudio no sirve. Una estrategia mediática que pretende desacreditar el desempeño de las autoridades de este recinto universitario y por supuesto, dar por mala la calidad de la educación impartidas a los profesionales egresados en los diversos Programas de Formación de Grado (PFG) que se ofrecen en la UBV.

                Lea también: El país que aspiro.

    Por tal razón, de pronto, veo  conveniente expresar lo que creo de toda esta situación, que además me deja con una inquietud a propósito de las tantas campañas mediáticas y hasta incluso del empeño de otras universidades que buscan crear algún tipo de supremacía de conocimiento y profesionalismo entre los estudiantes, al realizar actos de indiferencia y discriminación. 

   Yo, Neptalí Colina, siempre he sido de voz tranquila, de ese tipo de estudiante que siempre se sienta atrás, pero nunca deja de participar. Acabó mi paseo por la UBV, al menos como estudiante regular y, por fin me olvidé de todas esas personas que repetían una vez más “Y tú qué haces en esa universidad” o aun peor “Congelaste en la UCV para irte a esa mierda”, confieso que hasta algunos miembros de mi familia llegaron a cuestionar mi decisión, en fin, yo, como buen porfiado acá estoy a  solo días para defender mi trabajo de grado para optar al título de Licenciado en Comunicación Social.

    Al cabo de poco tiempo, estaré graduándome, por cierto, ese día estaré orgulloso, como lo estoy hoy y, como me sentiré siempre… ¡Orgulloso y agradecido con la UBV! , por esas casualidades no buscadas, por permitirme estudiar y comprobar desde el conocimiento empírico que los estudiantes podemos hacer la universidad, esto siempre y cuando lo queramos, no importa el lugar de  donde vengamos, ni si tuviste la oportunidad que otras universidades tienen en actividades extracurriculares para sus estudiantes; entendí que solo  importa tu capacidad y que tan alto quieras llegar ,también que tú decides hasta dónde vas haciendo realidad tus sueños, que el profesionalismo no depende la universidad, sino de  las cosas que hagas para formarte, cursos, congresos, capacitaciones, talleres, estas actividades te permitirán  desarrollar una ventaja competitiva que haga que pase completamente desapercibido el lugar donde estudiamos.

   Hoy dejé de lado esos estereotipos de esas empresas y de las prestigiosas escuelas que, si nos tomen o no en cuenta, si es una realidad que estas escuelas tienen agraciados profesores, y esmerados procedimientos de estudio, pero ninguno de nosotros somos diferentes, cada uno de nosotros tenemos las capacidades para ser competente ante cualquier reto que se nos ponga enfrente. Porque claro, no intento subestimar a los profesores de otras universidades, pero realmente agradezco con mucha fuerza y seguridad a los profesores que me dieron clase en la UBV, a todos en general, esos educadores por vocación que van dejando huellas en los estudiantes y que para mí fortuna y para fortuna de mis compañeros son muchos, al menos hablo con base desde el PFG de Comunicación Social. Acá tengo que resaltar, que siempre sentía curiosidad por el currículo de los profesores. Por tal razón, siempre esperaba con ansias su presentación al inicio de curso, donde para mi sorpresa son egresados de la UCV, USR, UCAB, entre otras universidades del país. Incluso también quiero agradecer a esos que muchos llaman fáciles o locos, para ser honesto esta situación suele verse en todas las universidades o quien no ha escuchado alguna vez en la universidad, esa típica sugerencia de otros estudiantes, que afirman: “inscríbela con ese profesor (a)”, “es fácil”, “nunca viene”, “está loco”, entre otros comentarios que atentan contra la ética profesional del educador. Para ser sincero, está realidad pasa en muchas universidades, por no decir todas.  
    Tengo que confesar que cuando coincidía con mis compañeros de la UCV en el metro, casi siempre a eso de 7 de la mañana, sentía un poco de impulso, agrado y hasta una extraña sensación, cuando al pasar los torniquetes partíamos en dirección opuesta, pero en busca de un mismo fin: conocimiento.

   Teníamos conversaciones de compañeros de clase, aunque en el caso mío, charlas con ellos, los más sabios. Solo hace falta repasar sus trabajos de análisis para tener una postura ante tal afirmación.  Por eso, hoy me acuerdo de ellos y su embrutecedora afirmación que “la universidad hace al estudiante”. Claro, cada quien vive con la mentira que en un corto o largo plazo lo hace feliz.

   Otra anécdota que veo conveniente contarles, fue cuando apenas me dedicaba a realizar los ajustes de mi horario de clase en UBV, en ese momento  tome la decisión de congelar mis estudios en UCV, recuerdo que una de mis compañeras de curso de la central me reiteró en varias oportunidades “Que si estaba loco”, “Que yo no aguantaría estar rodeado de tantos chavista habladores de paja”, “Yo no te veo en la UBV” o la que más me causó preocupación en ese instante “Tú no eres chavista, allá lo que hacen es hablar puro de Chávez. Luego te vas a arrepentir”. 

  Comentarios como estos hicieron fiestas con mis pensamientos durante mucho tiempo, producto de la  discriminada forma de expresarse de muchas personas.  En este momento,  pude reconocer lo equivocada  que está a veces la gente. Por supuesto, no estoy loco por querer estudiar, tampoco es cierto eso de que todos en la UBV son de izquierda o chavistas como los quieran llamar, mucho menos es cierto, que todos son puros habladores de paja; es aquí en la UBV donde también hay mucho talento; en diversos aspectos. Y pues claro, yo si me veo en la UBV, como otros compañeros que han dejado otras universidades para estudiar aquí, también hay otros que llevan estudios simultáneos, están en la central y en la Bolivariana al mismo tiempo, como lo hacía yo. Y como siguen haciendo muchos actualmente. Por último, no creo en eso de que si no eres chavista no puedes estudiar en la UBV, es completamente falso. Lo digo desde mi experiencia, a estas alturas de mi vida estoy en una etapa de búsqueda, más que de defender ideales, es decir que, no pretendo ser chavista u opositor por interés, tampoco veo como algo ético vestirme de rojo, blanco o azul para ser aceptado en un sitio, por eso lo digo sin ínfulas de herir alguien, no soy chavista ni opositor, soy venezolano y, eso fue suficiente para estudiar en la UBV y para continuar mis estudios en la UCV. 



   A parte de eso, también recuerdo a mis compañeros de residencia, que para mí fortuna son de diferentes universidades del país, publicas y privadas. Hoy reconozco lo mucho que me gusta hablar con ellos y leerlos antes de acabar el día, de esas anécdotas que se convierten en gustos de la vida. Además de comprobar cada vez más el talento de nuestro país, de lo mucho que tenemos y de lo poco que en ocasiones damos. En fin, también puedo reconocer que muchos de ellos tienden a comparar las universidades y poner en entela de juicio el conocimiento de unos y de otros por el origen de su universidad. A parte de vivir en un mundo de burbujas, bastante inocente, donde suponen que el obtener un título de la UCV, UCAB o USB, entre otras universidades, es igual a un éxito seguro. No, el éxito no tiene manuales y el profesionalismo se construye desde la dedicación, eso no viene incluido en el título.  

   Con mis compañeros acostumbro hablar de los temas actuales en general de economía, noticias nacionales e internacionales, farándula y política; de política de mi parte sin la intención de defender ideales, hoy también entendí que eso es perder el tiempo. Lean a José Antonio Fortes y si aún no lo han hecho busquen 'La ideología mata. (Cinco intervenciones)', porque es un libro bastante amplio. Ahí encontrarán lo enloquecedor que te pueden llegar a convertir el fanatismo, lo irritante que pueden ser en ocasiones las tan repetidas consignas, lo fastidioso y embrutecedor del maniqueísmo; en fin, lo tóxico que te puede llegar a convertir el ser un fanático político partidista. Lo digo con mucho afán, pues esto me preocupa ver tantos jóvenes en carreras como Psicología, Sociología, Comunicación Social, Estudios Internacionales, Educación, entre otras carreras, que van defendiendo ideales, olvidando lo importante que es escuchar, respetar diferencias. Evitando el fanatismo. Más cuando se trata de carreras del ámbito social e humanístico. 

               Lea también: Superarse día a día es importantísimo.

   Neptalí antes no creía en la distinción entre buenas y malas personas. Humano, pues como todos, a veces me equivoco, porque sí, nos tropezamos muchas veces con ellos. Y tú, que hablas mal de los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela, sin darle la oportunidad de demostrar su capacidad, sino que vas por la vida tirando piedra, eres sin duda una de la segunda (mala persona): Así que hoy compañeros Ubevistas no nos aguantaremos las ganas de luchar por nuestra UBV, por nuestros sueños y ganas de formarnos cada día como buenas personas y, como tú tampoco pediremos perdón por estudiar. 


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