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Después de
que el lunes pasado una compañera de clase manifestara a todo el grupo las
razones por la que soportaba horas de cola en el comedor de Universidad
Bolivariana de Venezuela (UBV), la ganas de indagar más sobre esta realidad que
pudiera estar pasando en otras casas de estudio del país, donde todavía se
brinda el servicio de comida a pesar del difícil que presenta el sector alimentación, demuestran lo degradado que está el panorama en Venezuela. Sus palabras fueron las siguientes “me tengo que aguantar esta cola para poder
comer algo (aunque sea batata), porque no tenemos comida en casa”, aclaró
Karla -nombre falso para proteger su identidad-.
No obstante,
hace apenas unos días una estudiante de 5to año del Liceo Benito Canónico, de
Guarenas, estado Miranda, le expresara al presidente Nicolás Maduro en su
programa televisivo que los alumnos se desmayaban por hambre. Escenario que
dejó claro que esta realidad está pasando en todo el país, donde no han dejado
de dar el servicio y están trabajando con lo que pueden. Algunos hasta incluso
no tienen cubiertos, situación que obliga a los estudiantes a llevar sus
propios cubiertos.
Por otro lado, el panorama
empeora cuando se evidencia no solo largas colas de estudiantes, sino que
también a esta se suma la de empleados de las instituciones, personas en situación
de calle y adultos mayores que ven como una opción el comedor universitario
para poder conseguir alimentarse.
Lo cierto es, que cada vez ésta situación parece
menos soportable para los que laboran en los comedores, quienes en ocasiones
hacen de 2 o 3 veces menús diferente para poder brindar el servicio a todos los
que están en la cola, llegando a ocasionar molestias en los estudiantes quienes
esperan con ansias su turno para ingresar al comedor; pero cuando este llega no
parece ser tan confortador encontrarse solo con seco; quedando sin salado, jugo
y frutas.
En muchos comedores han suspendido el servicio de alimentos, otros solo
lo ofrecen para una o dos comidas al día. Como por ejemplo el comedor de la
Universidad Central de Venezuela (UCV), casa de estudio que lleva alrededor de
1 o 2 meses ofreciendo solo desayuno y cena, dejando de lado el almuerzo.
¿Puede un estudiante estar al 100% en un aula de clase, cuando éste
presente el estómago vacío? ¿Estudian o van a comer? Si están desde tempranas horas en las colas y lograr pasar a comer a eso de la 1 a 2 de tarde ¿a qué
hora ven clase? ¿Qué hace frente a esta realidad el Ministerio de Educación?
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