Neptalí Colina
El tema de las colas me
preocupa, tal perece que en la Venezuela de hoy se está haciendo habitual hacer largas colas para todo, tanto así, que
ya las personas se sorprenden al llegar un sitio y no encontrarse con las
desesperantes colas. Los venezolanos se están acostumbrando lamentablemente a
hacer colas. También a ver como la
moneda pierde valor, a no quejarse y trabajar por las cosas que no les parece. Hoy
lamentablemente decidimos esperar para ver que va a ocurrir, cuando la realidad
nos pide a gritos que tenemos que actuar, trabajar y crear políticas de
desarrollo, políticas para que los venezolanos podamos producir lo que
necesitamos. Para así lograr dar pasos
agigantados en una buena educación, en
garantizar una seguridad plena a todos y cada uno de los venezolanos. Eso
ayudaría también a que ese venezolano que
se levanta muy temprano a trabajar
tenga conformidad en relación a que
vale la pena esforzarse y salir a luchar en Venezuela.
Prohibido acostumbrarse a vivir en el miedo
por tanta inseguridad. Desasosiego cotidiano, ya para hacer un poco más honesto
ni en la casa nos sentimos seguros. No me quiero acostumbrar a tener que salir
del trabajo o universidad corriendo a la casa por miedo hacer robado o
simplemente asesinado por un teléfono, cartera o por no tener nada. Estoy harto
de tener que cohibirme de hacer cosas, de dejar de lado mi vida social por esta
triste realidad. Ya muchos venezolanos se están acostumbrado a salir sin en
teléfono, sin sus documentos, salen a la calle solo con el pasaje. A cosas como
estas no tenemos que acostumbrarnos.
Prohibido acostumbrare a este desabastecimiento, a
tener que dejar de comer lo que me gusta por no conseguirlo. No quiero hacer de
mi cotidianidad una cola por dos harinas o un pan. No lo acepto, porque creo
que Venezuela es para estar mucho mejor.
Prohibido acostumbrarse a tanta corrupción, amiguismo y burocratismo. No quiero
vivir en un sistema donde tenga que lamerme las botas al líder para quedarme
con un cargo. No me acostumbro a que los cargos se pasen de padre a hijo o
entre amigos como si fuera una herencia la conducción del país y ocupación de un cargo.
Prohibido acostumbrase a tener que pasar hambre, a comer dos veces
al día, a ver como algo normal tantas personas en las calles con hambre,
rebuscando entre la basura un bocado de comida para llenar un estomago
hambriento. No lo acepto. Sería injusto si veo está realidad como parte de la
cotidianidad. (De una vez quiero dejar claro, si antes se pasó hambre en la
cuarta, eso no debe ser un indicador para ver esta realidad como algo normal).
No lo acepto, que se hayan vivido tiempos de hambruna en la cuarta es igual de
triste que ahora, pero como tenemos que avanzar, ver hacía el futuro yo me
preocupo y ocupo por hoy, por el mañana.
Prohibido acostumbrarse a ver a tantas
personas a merced de la calle a niños, jóvenes y adultos pasando por
situaciones tan deprimentes e inhumanas. No lo acepto.
Prohibido acostumbrarse a ver nuestros talentos
emigran a otros países. No lo acepto, estudio aquí, quiero darlo todo por mi
país. Creo que irse de Venezuela puede ser para algunos un reto para una mayor formación y superación,
esto no debe ser una obligación por tanta decadencia. Es como una manera de
huir de esta realidad, que atenta con tu vida (tanta inseguridad), con tu
alimentación (la escasez, cola, bachaqueo) y otras necesidades que de
momento todo debemos conocerlas y estar claro que no son parte de nuestra vida,
que no debería ser así.
Prohibido acostumbrase a
tener que comprarle a los Bachaqueros, porque tal parece que ellos consiguen de todo lo que
hoy escasea, obligándonos a pagar un
producto a precio exagerado y ambiciosos. Situación que golpea cada vez el
bolsillo del venezolano.
Prohibido acostumbrarse a tener que rendir una
mísera bolsa de comida, que llega una vez a la cuaresma o no llega nunca. La cual además
se cree “que tiene que durar un mes o 15 días”. No lo acepto, tener que ir cada
día desmejorando la alimentación por consecuencias de malas políticas, corrupción y una constante improvisación para la conducción del país.
Prohibido acostumbrase a un diálogo que no
queda más que en simples palabras y fotos.
No se puede llevar la conducción de un país como show mediático para moldear la
opinión del pueblo.
Prohibido acostumbrarse a tantas devaluaciones, que cada día desmejoran nuestra
moneda. Que también nos llevan a vivir en una completa desalarización de nuestro
salario e improvisación para poder cumplir con las cosas fundamentales de vida.
¡Vamos Venezuela si se puede construir un mejor mañana!... No acostumbrarnos a vivir en medio de tantas irregularidades es
el primer paso para el cambio.
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Nota: Las dos imágenes utilizadas son cortesía de @Resistnaranjal y Venezuela plus. La comparación y última imagen con las dos originales es propia del blog.
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