Yorman Gamez
El tema del ayuno, lo hemos venido escuchando desde que el mundo es mundo, pasando por los hechos ocurridos en el antiguo testamento que el ayuno era utilizado para recibir perdón de Dios, por el sacrificio de animales puros, para no contaminarse con las comidas inmundas ofrecidas por los reinos (en el caso de Daniel), pasando por el nuevo testamento los grandes hombres y apóstoles que recurrieron a esta herramienta para establecer una conexión con Dios y el gran hallazgo ante de la crucifixión de Jesucristo que ayuno 40 días y 40 noches con un propósito establecido encomendado por Dios.
Estos hombres y mujeres de la fe, entraban en un lugar específico donde les permitía estar en plena confianza con Dios, pasaban horas tras horas allí sin ninguna interrupción y lograban establecer esa conexión directa con Dios. Es por eso, que en el evangelio de Mateo dice “cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”…(Mateo 6:16).
Lo expuesto anteriormente, nos conlleva a reflexionar que el ayuno está establecido como una práctica, una disciplina y no como un mandamiento. Su utilización, está predeterminada para cuatro niveles: 1º nivel, es para el área espiritual (para obtener bendición, llenura, fortaleza). 2º nivel, es para el consagramiento (es cuando unifico el propósito de Dios para mi vida). 3º nivel, es colectivo (establecido para un grupo de personas). 4º nivel, es terapéutico (obtener beneficios curativos, el ayuno es salud). 5º nivel, es político (se realiza para llamar la atención de Dios para algún aspecto político, económico, social, religioso, cultural, etc). 6º nivel, es personal (la persona decide por sí misma, voluntariamente no ingerir alimentos, por un propósito personal).
El ayuno establece disciplina para gobernar tu espíritu y tu carne, a su vez expande tu espíritu a través de la adoración, estira tu espíritu para recibir mayor capacidad de Dios, da a luz lo extremo y lo inusual, da credibilidad en el mundo espiritual, acelera la velocidad en la percepción espiritual, sostiene la carga espiritual, es un medio de apropiarse del poder y la presencia de Dios...
Recuerda el ayuno no es un mito, es una realidad que necesita el creyente para avanzar en los caminos de Dios….
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