Para: Ciudadano Presidente Nicolás Maduro
Sr. Nicolás Maduro, le habla una joven estudiante, que ha perdido casi 10 compañeros de clases desde el liceo a manos del hampa. Que hoy, despide con tristeza y casi todos los meses, a algún conocido que se va del país en búsqueda de mejores oportunidades.
Le habla una joven que anhela vivir en un sistema que permita la pluralidad de pensamiento y de habla, que quiere un país en donde las ideas no sean las determinantes entre la vida y la muerte. Una joven que quiere vivir en un lugar con las mejores condiciones en relación a la educación, cultura, seguridad, salud y alimentación, y que lo ‘mejor’, sea algo producto del consenso y no del criterio de un grupito de personas que malinterpretaron a Marx, Lenin o al mismísimo Simón Bolívar.
De lo que hablamos aquí, es de la posibilidad de que se mantengan abiertos nuestros horizontes democráticos y que la posteridad, es decir, nuestros hijos y los hijos de ellos puedan discernir sobre lo que mejor les es conveniente. La actual constitución nos permite eso, porque como lo dice en su preámbulo, entiende que la sociedad venezolana es pluricultural, soberana y democrática. En este sentido, le exhortamos a que cumpla con su deber, hacer cumplir la ley suprema y respeta la voluntad de las mayorías que es poder vivir, más allá de la animalidad, como seres humanos. Vivir como individuos partícipes de un sistema social que piensa en libertad y en con-vivencia con los otros.
Una constituyente sin el aval del pueblo, no es otra cosa que la imposición de ideas que en nada corresponden con su devenir. Un proceso constituyente que no vislumbra nada, que no aclara nada y que responde al panfleto, en nada contribuirá al porvenir que heredaremos a nuestros hijos y tampoco mejorará el futuro más próximo.
Y si esto no le mueve, entonces al menos piense en ¿Cómo fue el proceso de Hugo Chávez para la constituyente del 99? ¿Acaso lo hizo de esta manera tan arbitraria? ¿La soberbia puede más que millones de venezolanos que estarán a merced de un futuro incierto que tiene más de cierto la penumbra que la luz?
Le invito a que tenga un mínimo de consideración con esa población que hoy no come lo suficiente, que hoy muere a falta de pastillas o cuyos hijos les han sido arrebatados por la represión de las fuerzas del Estado, pero aún más, piense en los que vienen, en las criaturas que hoy nacen en la miseria, que los niños que hoy estudian en las condiciones más precarias y en los jóvenes que queremos trabajar por este hermoso país pero sin tener un lugar óptimo para ello. Usted se irá y lo sabe, pero una constitución queda y eso sí que determina el futuro de una nación y la manera en la que conviven sus ciudadanos.
Heisy Mejías
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