Recuerden "esos colores que hoy nos dividen, unidos integran VENEZUELA".
Neptalí Colina
Venezuela, todo un país soñado. Sí, soñado tanto por venezolanos que queremos conocer a plenitud cada rincón de nuestra nación. Por otro lado, los turistas del extranjero ,que sin pensarlo dos veces se deciden en elegir a nuestro país como destino para pasar sus vacaciones, emprender negocios, también hasta casarse y forma su familia con una venezolana hermosa o con un venezolano emprendedor. Es así, único y grandioso nuestro país. Dentro de todas esas cosas que hacen de Venezuela única está su gente y es para menos, es que ese calor de los venezolanos que nos hace tan diferente a los demás es parte de una hermandad, esa que nos da el nacer en el mismo pedacito de espacio en el mundo. Claro, si quieres evidenciar lo anterior, pregúntale a una persona foránea acerca de nuestro país, y seguro escucharas un “ ¡Oh!, ¡Venezuela es hermosa y su gente maravillosa!
Todo pinta bien, hasta ahí nada más. Porque de un tiempo para acá algunos venezolanos han dejado de lado ese calor que nos identifica mucho.
Son muchas las cosas que ya no se hacen tan comunes escuchar, como por ejemplo “hermano, sabes que cuentas conmigo o pásate un domingo por la casa para que nos comamos una sopita y también aprovechemos de tomarnos unas frías”. Esas son dos de las muchas expresiones y acciones que parecen ir desapareciendo en nuestra sociedad. Sin embargo, no falta un venezolano que haga maniobras para continuar con lo cotidiano, cosas como ayudar a otro sin esperar nada a cambio, invitar a comer a los panas, hacer vacas para disfrutar de las sopas de la familia, realizar los cumpleaños a los pequeños de la casa y continuar la fiesta con todos los adultos. Todas estas cosas nos caracterizan y realmente ver que cada vez se torna más difícil continuar lo tradicional es preocupante.
Es que son muchos los factores que desprenden tanta división entre hermanos, en un primer plano y creo que el más influyente esos constantes discursos tan divisionistas de los altos líderes políticos del país, pero eso es de esperar de los ambiciosos gubernamentales que hoy están al control del estado. Otro factor es la situación actual del país, donde no hay mucho y si hay nadie quiere dar, si no vender a un precio que representa un golpe al bolsillo del otro (acciones propias del bachaquero).
Es triste y lamentable ver a lo que hemos llegado y sobre todo lo que dejamos de lado, para convertirnos en personas que peleamos por alimentos. Ayer por ejemplo, para no ir muy lejos, pude observar como dos señoras se pelearon por un pan campesino. Sí, aunque resulte difícil de creer a todo eso hemos llegado. Son agresiones verbales y físicas las que son ahora recurrentes en los establecimientos de ventas de productos de la cesta básica y artículos que hoy no son una opción para comer, sino una obligación para poder suplir las necesidades y adversidades del venezolano.
¡Help, help! No dejemos de lado lo que somos, eso que nos hace únicos y maravillosos hombres y mujeres trabajadores, que día a día contribuyen al desarrollo del país y su gente. Gente bella, lo difícil es un caminos seguro de ganar para los guerreros, por eso a trabajar juntos para un mejor mañana.
Recuerden "esos colores que hoy nos dividen, unidos integran VENEZUELA".
Neptalí Colina
Bueno!
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