Neptalì Colina
En Venezuela es tan común escuchar en los medios de comunicación convencionales y no convencionales hablar de de diálogo, pero realmente hay diálogo en Venezuela o por lo menos se trabaja para haya uno y que el mismo sea evidenciado en hechos reales y no sólo en una simple foto de los altos lideres en reuniones sólo para crear un show mediático. Una de las cosas que realmente hace falta en nuestro país sin duda alguna es que se instale desde ya mesas de trabajo para promover el debate y diálogo, donde ambas partes (partidos políticos) se sumen al trabajo en conjunto y sea Venezuela con todos los venezolanos los que se vean beneficiados. Claro, porque realmente eso es lo que hace falta el diálogo y debate visto desde el punto donde se respete la opinión del otro, así no sea de nuestro agrado, es decir, que no la compartamos.
Son muchas las personas, personalidades nacionales e internacionales, Asociaciones y Organizaciones internacionales que han mostrado a favor del diálogo venezolano. Sin embargo, hasta dónde realmente se traduce una reunión donde muchos opinen e indiquen su postura a favor del diálogo si ninguno en la práctica ha demostrado claramente tener una cercanía a lo que es realmente el diálogo, acción que va más allá de una reunión y conversación, su fundamente e importancia se sitúa en forma de entablar un conversación (llámese también: asamblea, debate, reunión, etc) donde en principio se conversa acerca de un asunto o sobre un problema en específico con la finalidad de llegar a un acuerdo o de encontrar una solución. Como vemos esta última no se ha podido concretar en Venezuela y para ser honesto tampoco creo que como va el panorama político, económico y social en Venezuela se puede llegar a un diálogo, ese que en su finalidad ayudaría a la sociedad venezolana y a ambas partes políticas a llegar a cuerdo y trabajar en las soluciones de problemas en el país que en la actualidad son muchos. Para no salirme un poco del tema en cuestión es necesario precisar que para el Gobierno Nacional hablar de diálogo es llevar ya concretados sus parámetros, es decir que no va con intensión de escuchar y debatir no, más que otra cosa se ha dirigido a algunas de las "mesas de diálogo" que sean formado a imponer es aquí donde se falla en el efecto de lo que implica el diálogo. Por otra parte la oposición venezolana su participación en las "mesas de diálogo" tampoco ha sido la más propensa para facilitarlo, porque más que asistir y exponer sus vista se dirigen con la intensión de desacreditar y suponer que todo lo propuesto y realizado por el Gobierno Nacional ha sido malo, es una actitud que llega al limite de parecer burla y desconocimiento de todo lo hecho por el actual mandatario nacional.
“Diálogo” no es una
mala palabra, aunque en nuestra Venezuela monopolizada y desapacible, hay muchos que les suena a mal. Es una palabra sencillamente audaz para conseguir grandes
cosas a través una conversación entre dos o màs personas.
Su significado supone que es una
“conversación entre dos o más personas que alternativamente manifiestan sus ideas o
afectos”. Sin embargo, un diálogo productivo y exitoso, esencialmente en
momentos de difícil situación, no se queda en ese puro intercambio, sino que alcanza
sobresalir las barreras de las mutuas antipatías y ubica a los participantes en
un merecido plano de igualdad en el que lo importante no es tanto lo que nos
diferencia, sino lo que nos identifica. Es allí donde el dialogo permite
restablecer grandes pérdidas y afrontar con mucho esfuerzo la realidad,
superando en equipo las adversidades. Todo esto sería lindo que sucediera en
Venezuela. Claro, realmente soy optimista y espero que los grandes líderes y
todas las personas que lean el artículo se pregunte ¿por qué no hemos empezado
a trabajar para haya un dialogo verdadero? Ese que nos permita sentarnos sin
sentirnos en competencia por el que haga el mejor show mediático o por el que
se destaque con un mejor discurso, al final las palabras tiene poder, pero hay
que ver qué clase de poder y a quienes realmente les importa lo que decimos.
Son muchas las personas, personalidades nacionales e internacionales, Asociaciones y Organizaciones internacionales que han mostrado a favor del diálogo venezolano. Sin embargo, hasta dónde realmente se traduce una reunión donde muchos opinen e indiquen su postura a favor del diálogo si ninguno en la práctica ha demostrado claramente tener una cercanía a lo que es realmente el diálogo, acción que va más allá de una reunión y conversación, su fundamente e importancia se sitúa en forma de entablar un conversación (llámese también: asamblea, debate, reunión, etc) donde en principio se conversa acerca de un asunto o sobre un problema en específico con la finalidad de llegar a un acuerdo o de encontrar una solución. Como vemos esta última no se ha podido concretar en Venezuela y para ser honesto tampoco creo que como va el panorama político, económico y social en Venezuela se puede llegar a un diálogo, ese que en su finalidad ayudaría a la sociedad venezolana y a ambas partes políticas a llegar a cuerdo y trabajar en las soluciones de problemas en el país que en la actualidad son muchos. Para no salirme un poco del tema en cuestión es necesario precisar que para el Gobierno Nacional hablar de diálogo es llevar ya concretados sus parámetros, es decir que no va con intensión de escuchar y debatir no, más que otra cosa se ha dirigido a algunas de las "mesas de diálogo" que sean formado a imponer es aquí donde se falla en el efecto de lo que implica el diálogo. Por otra parte la oposición venezolana su participación en las "mesas de diálogo" tampoco ha sido la más propensa para facilitarlo, porque más que asistir y exponer sus vista se dirigen con la intensión de desacreditar y suponer que todo lo propuesto y realizado por el Gobierno Nacional ha sido malo, es una actitud que llega al limite de parecer burla y desconocimiento de todo lo hecho por el actual mandatario nacional.
Muchas
personas apuestas al dialogo en nuestro país y que se muestran convencido que
le mismo puede ser la solución ante tantas divisiones y descontentos. Pero como
no todo se arregla con opiniones, sino con hechos es necesario hacernos todos
nosotros como venezolanos la siguiente pregunta y contestarla desde nuestra posición
y condición. Claro, hagamos esto como práctica y reflexiones con nuestra
respuesta, es como especie de una autocrítica.
¿Es posible un diálogo en Venezuela?
La respuesta seguro se torna a muy embarazoso.
Esto seguro obedece a que los radicales de cada posición sea oficialistas o
de oposición (llamados también con estas etiquetas tan desagradables, y que
para mí humilde opinión Chavista o escuálido no deberían de propagarse, es más debería
de hacerse una campaña donde de incentive a las persona a llamarse venezolano,
nada de etiquetas propulsoras de odio y división de nuestra nación), de
entrada, alegarán que no, que es absurdo. Los oficialistas apelarán a sus ya cansones
quejidos y falaces argumentos sobre el carácter
según ellos antipatriótico, antidemocrático e incluso delincuente de los que se
oponen a sus ideales, de todos ellos y hasta de los que no lo sean, pero igual dirán
que todos los que no comparten su ideal son enemigos de la patria o enviados
del imperio o en el peor de los casos lacayos de los EEUU.
Los opositores radicales y fanáticos, se exaltaran
de inmediato con la pared ya repetida y
de igual forma atormentada y cansona de un ya es hora del cambio y todo el discurso
ya rayado, además de refutar con ofensas que no permiten de ninguna
manera ir en dirección al diálogo. Claro, que tampoco es los oficialista son
los más callados y practicante de las normas del buen oyente no,
todo lo contrario. Escuchar una sesión de la Asamblea Nacional y creer que están todos los líderes de
nuestra nación en una disputa y feroz pelea por el poder, sin presentar la más mínima
intensión de escuchar a los otros. Es realmente preocupante y alarmante.
Es de aquí donde podemos observar el daño que no han hecho tantas divisiones y falta de un dialogo sobre todo honesto y sincero que vaya un poco màs allá de un simple acto, donde se tome un foto y listo, no señores las fotos no van a acomodar la situación del país. Se trata de trabajar para que haya un encuentro sincero y donde se obtenga como único merito el diálogo y todo lo bueno que sigue después del mismo.
Sin embargo, el diálogo es obligatorio, y negarse aceptar nuestras diferencias a través del diálogo es exigirnos vivir presenciando una guerra constante. Por tal razón, no tenemos otra alternativa si queremos salir juntos de esta difícil situación que trabajar en equipo en buscar una salida dialogada, puesta principalmente en el bien común. Donde trabajen partidarios del oficialismo y la oposición juntos eso sería un buen comienzo.
IMPORTANTE:
Sin embargo, el diálogo es obligatorio, y negarse aceptar nuestras diferencias a través del diálogo es exigirnos vivir presenciando una guerra constante. Por tal razón, no tenemos otra alternativa si queremos salir juntos de esta difícil situación que trabajar en equipo en buscar una salida dialogada, puesta principalmente en el bien común. Donde trabajen partidarios del oficialismo y la oposición juntos eso sería un buen comienzo.
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