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jueves, 16 de junio de 2016

Si no tengo amor para mi prójimo... Sección: Buenas nuevas (columnista invitado)

Foto: La verdad

 Yorman Gamez

  Desde que el mundo, es mundo, se viene hablando sobre el amor, que el amor es benigno, que el amor es un sentimiento que se da hacia otra persona, que el amor debe ser sincero, que el amor no debe ser hipócrita, el amor, el amor, el amor, el amor….todo es amor. No hay que dejar aún lado, el gran sacrificio que hizo Jesucristo por toda la humanidad en morir por amor, sin duda alguna es el mayor hallazgo en toda la historia.

  Pero vamos a enfocarnos y a reflexionar nosotros como seres humanos, nosotros como individuos, nosotros como personas, nosotros como colectivos, nosotros que día a día estamos con personas creyentes y a la vez con personas inconversas, allí es donde verdaderamente, ¿el ser humano sería capaz de dar amor?, si te ofenden, si se burlan de ti, si te acusan, si utilizan frases incomodas y sutiles para hacerte sentir mal, tantas cosas que se pueden expresar dentro y fuera de la iglesia que “supuestamente es el mejor lugar para convivir en una buena y sana convivencia”.

  Tras analizar, comportamientos, aptitudes de los grandes líderes dentro de las iglesias, con el solo hecho del ego, de la avaricia, de la supremacía de ser mayor que tú y tú ser algo menor, estas personas están mostrando ¿amor? No pensamos, que si Dios está con nosotros ¿no debemos ser apáticos, no debemos tener rencor, no debemos ser codiciosos, no debemos ser vanagloriosos?, debe existir alguna razón del porque somos lo contrario a lo que dice la palabra, ¡haaaaaaaaaaaaa! Lo que pasa, es que no hemos querido dejar las malas cosas atrás, y cada día estamos metiendo más herejías dentro de la iglesia. Analicemos por un momento:
¿Por qué hay rencillas entre los mismos hermanos de la congregación?
¿Por qué hay hermanos que ni se saludan, y viven como perfectos incrédulos y desconocidos dentro de la misma iglesia?
¿Por qué hay discordias por obtener un puesto mayor, como el de pastor, líder de alabanza, diacono, tesorero, etc etc?
¿Por qué el pastor vive siempre con una cara de amargura, que hay en su corazón, que hay detrás de las paredes de la iglesia?
¿Por qué los hijos de líderes, pastores, maestros, se desvía de la fe y buscan otros caminos?
¿Por qué se llenan la boca los pastores y demás personas en hablar sobre el amor, si no lo cumplen principalmente ellos?

  Entre otras interrogantes que se puedan presentar, señores es momento de detener el reloj, y sentarnos a revisarnos haber que pasa con nosotros como individuos, como colectivos, porque utilizamos palabras “inofensivas” para hablar a espaldas de las demás personas (hermanos de la iglesia), realmente no hay amor por mi prójimo, y porque mi prójimo no tiene amor para con migo, 1º Corintios 13 dice: “El amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”…No hay más que añadir, con este texto bíblico que más que claro, que el amor todo lo soporta, pero ese valor, ese don, ese sentimiento debe de nacer sin intereses.

  Que estás pequeñas líneas, sirvan para abrir el entendimiento a la reflexión, y amémonos a nosotros mismos primero, para luego amar a nuestro prójimo y el efecto sea reciproco…Recuerda, que el amor de Dios es maravilloso…



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