VENEZUELA CON “V” DE VALENTÍA

Neptalí Colina

  Son tiempos de una Venezuela llena de personas indiferentes, conformistas y conflictivas. Una Venezuela azotada por la inseguridad, escasez de alimentos y farmacéuticos, donde muchos esperan con ansias los desperdicios en el container de basura, donde la mayoría habla de diálogo pero ninguno hace nada para trabajar en lograr conseguir su fin último.

  Es así como llegamos a finales del 2016, cargados de muchas adversidades y por supuesto optimistas decididos a pasarla bien en la temporada decembrina, aunque el tema de la ropa y el qué me voy a poner sea un completo desastre y constante intranquilidad para los padres de familia que se fajan para dar a sus hijos lo mejor, sin contar el tema de la comida que ya viene desde hace mucho tiempo siendo un completo dilema para los venezolanos.

  Un país saturado de muchos problemas transmite una idea de deterioro, apatía, despreocupación que va acabando con los códigos de armonía, tales como la ausencia de ley, de normas, de reglas, dejando la impresión de que nada vale, o que simplemente ya no es lo mismo.

  Muchas veces nosotros mismos contribuimos con esta situación, nos dejamos llevar por la circunstancias, sobre todo en escenarios tan difíciles como el nuestro, donde se impone la denominada viveza criolla y la ley del más fuerte, donde la meritocracia ya no parece importarle a la mayoría.

  Quizás el país comience a cambiar cuando en lugar de esperar un cambio empecemos a trabajar para conseguirlo. Cuando dejemos de  buscar culpables a todos nuestros problemas y nos dediquemos a enfrentarlos, a empezar a transformar y botar todo lo que otros dejaron mal en nuestro país y, así podamos darle un nuevo semblante. Es como superar el pasado y concentrarse única y exclusivamente en el presente para garantizar un mejor futuro.

    ¡Anda que espera comienza hoy! trabaja por una mejor VENEZUELA… tus nietos te lo agradecerán. 

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