¿Triunfará el diálogo entre el oficialismo y la oposición venezolana?

Archivo: Prodavinci

Pueden las diferencias ideológicas ceder ante la presencia  de un posible diálogo en una sociedad de sordos.

   Neptalí Colina

    “El diálogo es el único camino para todos los conflictos. Si no se dialoga, se grita y no hay otra solución. Yo, de corazón, apuesto todo por el diálogo y creo que se tiene que ir por este camino”, fueron   las declaraciones del Papa Francisco  tras arribar a Roma a iniciar una semana con el Vaticano como mediador a propósito de los acuerdos políticos que se buscan generar en la nación. Acción que llena a muchos venezolanos de certidumbre ante la presencia de cercos políticos que se han encargado de desechar en varias ocasiones la posibilidad un diálogo real y, sobre todo que ponga fin a tantas divisiones y confrontaciones entre el oficialismo y la oposición.

    “Diálogo” no es una mala palabra, aunque en la actual Venezuela monopolizada y desapacible,  hay muchos  que les suena a mal. Es una palabra sencillamente audaz para conseguir grandes cosas a través una conversación entre dos o más personas. 

    Su significado supone que es una “conversación entre dos o más personas que alternativamente manifiestan sus ideas o afectos”, según lo publicado por el Diccionario de Real Academia Española en su versión digital.  Sin embargo, un diálogo productivo y exitoso, esencialmente en períodos de difícil situación, no se queda en ese puro intercambio, sino que alcanza las barreras de las mutuas antipatías y ubica a los participantes en un merecido plano de igualdad, donde lo importante no son las diferencias, sino lo que los une y hace líderes de un país, estado o comunidad. Es allí donde el dialogo permite restablecer grandes desgastes y afrontar con mucho esfuerzo la realidad que atraviesa una nación, acción que de ser llevada  a cabo entre ambos miembros tanto del oficialismo como la oposición y demás participantes, dejaría como resultado una superación en equipo de tantas  adversidades que hoy hacen de Venezuela un país donde los acuerdos no se puedan evidenciar en hechos reales y positivos para la mayoría de los venezolanos.. Pero ¿Por qué no se ha empezado a trabajar para haya un dialogo verdadero? Ese que  permita a los líderes de ambos partidos sentarse frente a frente  sin sentirse en competencia, que es a lo que lamentablemente se ha acostumbrado hacer en la actualidad, donde las acciones no pasan más allá de ser un simple show mediático o grandes discursos  divisionistas.

  “Si el día 11 el país no conoce resultados, el Gobierno habrá cerrado la posibilidad de cualquier diálogo y le tocará al pueblo ir a una agenda de lucha. Hemos hecho todos los esfuerzos. Somos gente seria, los golpistas están en Miraflores“, fueron las declaraciones del líder opositor el  viernes, 4 de noviembre, en una rueda de prensa ofrecida  a los medios de comunicación del país.

   El secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, Jesús “Chúo” Torrealba, también declaró en su programa La Fuerza es la Unión  “se trata de que para salir de esta crisis necesitamos tener un gobierno que inspire confianza en los venezolanos. Con el agua al cuello, con la deuda matándonos, el gobierno lo que hace es raspar la olla. Estos tipos destruyeron la industria manufacturera, la agricultura y hasta el comercio”.

  “Por eso lo que viene es lucha, no hay soluciones mágicas. Aquí lo viene es un país unido movilizado, enfrentando pacífica y democráticamente en todo los espacios a un régimen que ni es pacífico ni es democrático, y que tampoco tiene ni respaldo popular, ni apoyo internacional para continuar saqueando a Venezuela”, añadió.

   Por otro lado, el presidente de la República, Nicolás Maduro, hizo un llamado a la oposición venezolana  asumir con valentía y plena libertad los ciclos de diálogos previstos a realizarse en el país entre el Gobierno y la oposición. “Para nosotros el diálogo no tiene alternativa" expresó el Mandatario nacional en Cadena Nacional.

    Como se puede observar no hay un acuerdo entre ambos bandos, es decir, que no es evidente que se esté yendo por el camino del diálogo entre el oficialismo y la oposición, a pesar que muchos de los opositores se sientan motivado con la idea de las mesas de diálogo. Mientras se continué en desacuerdo y constantes llamados de violencia o por otro lado se hagan abuso de poder la idea de un diálogo queda nublada.

 ¿Es viable un diálogo en Venezuela? 

    Son muchas son las personas, personalidades nacionales e internacionales, Asociaciones y Organizaciones internacionales que se han mostrado a favor del diálogo venezolano. Sin embargo, hasta dónde realmente se traduce una reunión donde muchos opinen e indiquen su postura a favor del diálogo, si en la práctica ninguno  ha demostrado claramente tener una cercanía a lo que es realmente el diálogo y,  lo importante que es llegar a esa acción, mientras se esté dividido o se piense de forma individual o aún peor donde la ambiciones de poder o los miedos dejarlo no permitan dar un paso hacía en diálogo que tanto anhela en pueblo venezolano, todo continuará así en simples show mediáticos.

    En conclusión, el diálogo es obligatorio y,  negarse aceptar  las diferencias a través del diálogo es exigirle a los venezolanos a vivir presenciando una guerra constante. Por tal razón,  no hay otra opción si se quiere salir de esta difícil situación. Trabajar en equipo  para buscar  una salida dialogada, puesta principalmente en el bien común. Donde trabajen partidarios del oficialismo y la oposición juntos eso sería un buen comienzo y sin duda alguna un paso firme para enfrentar las adversidades  que padecen la mayoría de los venezolanos. En efecto el diálogo es el mejor camino para llevar a Venezuela y a todos los venezolanos a un mejor escenario, donde la paz, el respeto a las diferencias del otros, trabajo en equipo sea parte de la cotidianidad. 

 Lamentablemente por el camino que se ha transitando no hay posibilidad de diálogo, no se acerca a su finalidad y, para ser sincero hasta la fecha lo único que se ha evidenciado es puro show mediático tanto del oficialismo como la oposición. No se trata de ser pesimista, no. Hoy son los hechos los que nos dan la oportunidad  de tener  un conocimiento acerca del "diálogo en Venezuela". 

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